Si nos ponemos a analizar en las motivaciones y anhelos del
ser humano, nos daremos cuenta que con frecuencia surgen nuevos e innovadores
estilos de vida, cada uno de ellos, muchas veces, termina pareciendo mejor,
mientras más nuevo sea y dependiendo del punto de vista del evaluador, en
resumen, podríamos afirmar que el hombre no solo quiere vivir, sino que quiere
vivir “mejor” y todavía “aún mejor”. Ante esto, surge el tema de “las
posibilidades”, ¿qué posibilidad tiene cada individuo de no solo vivir, sino de
vivir mejor y no solo mejor, sino aún mejor?
Estas interrogantes nos llevan a una sola respuesta, independientemente
de las posesiones que se puedan o no tener: Su ritmo de aprendizaje y capacidad
serán su mayor posibilidad. Para ello, el individuo debe lograr su máximo
desenvolvimiento potencial, si llevamos esto, al espacio donde se produce, en
su mayor parte, el conocimiento, nos situaremos en un aula de clase, en la que
encontramos y encontraremos siempre “diversidad”, esta diversidad no debe estar
amenazada, ni considerada como un obstáculo para alcanzar nuestra mayor posibilidad.
Ante esto, surge la filosofía multinivel, que como nos dice Don H.
Parker (1963): “Se aplica, en especial, no solo a satisfacer sino, también a
desarrollar las diferencias que existan entre uno y otro alumno.” (P. 12) Y
ante esto, me quedo con la interrogante de Don H. Parker (1963) “¿Significa
esto preparar a los niños para la ausencia de armonía o acaso para llevarlos,
en última instancia, hacia la anarquía? “ (P. 12)
Referencias:
- PARKER, Don H. 1969. La enseñanza a multinivel. México, D.F.
- SPINOZA, Baruch. 1677. Ética. Amsterdam
